Mi nombre es Axel y… he metido la pata, ¿qué voy a hacer?

Las palabras que conozco no me bastan para poder contarte cómo me siento, cómo duele, me consume, solo quiero gritar. Todo se ha derrumbado en mil añicos, por mi culpa… ¿Cómo ha podido pasar? No lo entiendo, no puedo, simplemente trato de despertarme una y otra vez pensando que todo esto no es más que un mal sueño. ¿De verdad es así la vida? Una enorme espiral descendente llena de risas y llantos, amor e indiferencia, paz y agitación. En la que a veces nos engañamos a nosotros mismos pensando que todo va bien o no somos capaces de verlo. ¿Es todo crudeza? ¿Son pequeños momentos absurdos? ¿Qué se esconde tras las respuestas? ¿Conozco las auténticas preguntas?

Mi nombre es Axel y no sé qué diablos hacer. 

Axel y Casandra están destrozados, no son capaces  de asimilar los acontecimientos que acaban de pasar, no son capaces de procesarlo; la vida no es igual, la gente,  absolutamente nada es como antes. ¿Qué pueden hacer ahora después de lo sucedido? ¿Cómo se enfrentaran a la vida? ¿Seguirán luchando o se dejaran llevar? Aquel que llama a su puerta es la venganza que vuelve a por él asediándole de nuevo. ¿O es algo  distinto, poderoso, malvado? ¿Qué les depara el futuro? Y,  ¿cómo lo afrontarán?